28 de junio de 2007

La evaluación de los servicios III

Leyendo el blog de Josan García, encontré un par de entradas acerca de dos franquiciantes o como los llaman en España: franquiciadores, uno de ellos ya establecido y que decidió publicar una nota de prensa un tanto extraña, mencionando que tenían pérdidas y que esperaban lograr sus objetivos este año, el otro caso es acerca de un "potencial" franquiciador como lo llama Josan, el cual decidió cancelar su proyecto para lanzar su oferta franquicia al mercado por considerar que tenía otros proyectos que requerían de su atención.

Pues bien, ambos casos ejemplifican al buen franquiciante, ya que seguramente, cuentan con algo muy importante: principios éticos, algo díficil de encontrar, pero no imposible.

Sin embargo, desde mi punto de vista, el franquiciatario o candidato a serlo, debe tomar la parte de responsabilidad que le corresponde en el proceso de comercialización de una franquicia, no basta que el franquiciante le entregue la C.O.F. con toda la información que nuestra ley le obliga, es necesario que el franquiciatario vaya mas allá, si se trata de una franquicia en operación, debe hablar con los actuales franquiciatarios, asesorarse por especialistas (abogados, contadores) que le brinden su punto de vista respecto a los contratos y escenarios de rentabilidad, visitar las unidades en operación, pero lo mas importante, debe aclarar todas sus dudas antes de firmar y adquirir un compromiso, si es una franquicia de reciente creación, debe analizar con mayor cuidado los antecedentes del franquiciante.

Si el franquiciatario asume la selección de una franquicia como una búsqueda de empleo y tomará la primera que le ofrezcan sin haberla analizado con detenimiento, es muy probable que no tenga el éxito deseado, en un empleo, tiene la oportunidad de salirse (o ser despedido) en cualquier momento, en una franquicia la relación es a largo plazo, por esta razón, coincido con la mayoría de los consultores en México que comparan a la franquicia con el matrimonio.

En resumen, el franquiciatario debe conocer a la novia (o novio) antes del matrimonio, no se puede dar el lujo de comprometer su futuro sin estar 100% seguro de que es la mejor opción.